sábado, 1 de maio de 2010

UM IMENSO ADEUS


EL PASO DE LA PRIMAVERA
.
«Los pasos suelen ser, o tendrían que ser, todos sacros. Los músicos, a veces, muestran lo sacro, y junto con algunos poetas, y más raramente hasta con algunos pensadores, crean, sin ninguna pretensión, en forma natural, una cierta liturgia en que sin dogma alguno, al menos sin hacerlo imperar, manifiestan lo sacro. Ciertas estaciones, ciertos sucesos, de lo que se ha querido definir como fenómenos meramente naturales, son por sí mismos portadores de algo sagrado, de algo que pasa y que vuelve, de un eterno retorno de celebración y de gloria; tal la primavera.»