«Solo uno entre los 250.000 cables filtrados a Wikileaks hace referencia al triste y trágicocaso de Madeleine McCann, la niña británica que desapareció en Praia da Luz (Algarve) la noche del 3 de mayo de 2007 y de cuyo destino todavía no se tienen noticias. El despacho confidencial está fechado en Lisboa el 29 de septiembre de aquel año, solo 20 días después de que los padres de la niña abandonaran de forma precipitada Portugal tras ser interrogados en la comisaría de Portimão como sospechosos de la muerte accidental y el ocultamiento del cadáver de Maddie. En el cable, el entonces nuevo embajador del Reino Unido en Lisboa, Alexander W. Ellis, admite ante su homólogo estadounidense, Alfred Hoffman, que ha sido la policía británica quien ha hallado las pruebas contra los padres de Madeleine. Según escribe Hoffman, Ellis "no entró en los detalles del caso", pero "admitió que había sido la propia policía de su país quien había desarrollado las pruebas".
El embajador Ellis contó también a su homólogo que los cuerpos de seguridad de ambos países "estaban trabajando de forma coordinada" en el caso, y sobre la gran atención mediática levantada, comentó que "era esperable y aceptable, siempre que los representantes del Gobierno mantuvieran sus comentarios a puerta cerrada".
Ellis recomienda sigilo absoluto, lo que sugiere que su tarea es mantener el caso en secreto con el Gobierno portugués. Y, sobre todo, admite en privado lo que los portavoces de la familia y del Gobierno británico nunca admitieron en público: que el paso de los padres de Madeleine, Gerry y Kate, de denunciantes a sospechosos se había debido a las pruebas obtenidas por la policía británica desplazada al Algarve.»
EL PAÍS